viernes, 20 de marzo de 2015

¿Quién era sócrates?, El arte de conversar y una voz divina.

SÓCRATES: No dejó escritos, sin embargo, es uno de los que más ha influenciado en el pensamiento europeo. Nació en Atenas. Pasó la mayor parte de su vida conversando con la gente. Fue considerado enigmático y creador de distintas corrientes filosóficas. Era feo, bajito, gordo, con ojos saltones y nariz respingona, pero interiormente era maravilloso.
“Se puede buscar y rebuscar, pero nunca se encontrará a nadie como él”. Fue condenado a muerte por su actividad filosófica. Su vida se conoce a través de Platón ( su alumno), que escribió diálogos filosóficos en los que utilizaba a Sócrates como portavoz.
La esencia de Sócrates no era enseñar, sino aprender conversando. Si sólo hubiera escuchado, ni se habría hecho famoso, ni le habrían condenado. Su táctica era, hacer preguntas, dando a entender que no sabia nada, durante la conversación conseguía que el interlocutor viera los fallos de su propio razonamiento.
Sócrates comparaba el “arte de parir” con su misión de ayudar a las personas a “parir” la debida comprensión.
Ironía socrática: haciéndose el ignorante obligaba a la gente a utilizar su sentido común.
Sócrates decía: “Atenas es como un caballo apático” “Yo soy un moscardón que intenta despertarlo y mantenerlo vivo”. En resumen resultaba molesto para los poderes sociales.
  • Sócrates decía que tenía una “voz divina” que le hacía revelarse contra algunas cuestiones. Se le acusó de “introducir nuevos dioses” y “llevar a la juventud por caminos equivocados”. 
    Fue declarado culpable. Su conciencia y la verdad las valoraba más que a su propia vida. Murió por sus convicciones. Jesús y Sócrates tienen puntos en común (fueron enigmáticos, no escribieron su mensaje, eran maestros en el arte de conversar, hablaban con autosuficiencia que fascinaba e irritaba, hablaban en nombre de algo mayor que ellos, desafiaron a los poderosos, criticaron la injusticia y abuso, podrían haber suplicado clemencia pero tenían una vocación y la llevaron hasta el final).

jueves, 19 de marzo de 2015

El oráculo de Delfos, Sócrates y La filosofía en Atenas

Los griegos averiguaban su destino a través del oráculo de Delfos.
Apolo era el dios del oráculo y hablaba a través de la sacerdotisa Pitia, que estaba sentada en una silla sobre una grieta de la Tierra. De la grieta subían gases narcóticos que la embriagaban y así podía ser la voz de Apolo.
Al llegar a Delfos, uno entregaba su pregunta a los sacerdotes, ellos se la daban a Pitia. Ella emitía una contestación tan incomprensible que la tenían que interpretar los sacerdotes.
Los griegos creían que Apolo sabia todo sobre el pasado y el futuro. Muchos jefes de Estado consultaban el oráculo de Delfos. Encima del Templo de Delfos había una inscripción: “CONOCETE A TI MISMO” (El ser humano, no es más que un ser humano y no puede escapar a su destino).
-Ciencia de la historia y ciencia de la medicina-
Según los griegos el destino determina la vida del individuo y dirige el curso del mundo.
Antes del nacimiento de la ciencia de la medicina, se pensaba que las enfermedades tenían causas sobrenaturales, (“influenza” en noruego gripe. Mala influencia de las estrellas). La ciencia griega de la medicina intentaba encontrar explicaciones naturales a enfermedades y estado de salud.
Hipócrates fundador de la ciencia griega de la medicina dijo: Para estar sano lo básico es la moderación, la armonía y “una mente sana en un cuerpo sano”. Las reglas éticas de la medicina tienen sus raíces en Hipócrates. Él hizo firmar un juramento a sus discípulos: “Utilizar el tratamiento para ayudar. No daré veneno, abortivos etc... a quién me lo pida, sino a quién lo necesite. Iré en beneficio del enfermo y me abstendré de abusar de su cuerpo. De lo que vea y oiga en mi profesión, callaré lo que sea necesario, la discreción es un deber....”
El sábado por la mañana, Sofía salió de la cama, miró debajo, había un pañuelo rojo de seda con unas letras en negro que decían: “Hilde”. No era de ella.
Sofía bajó al Callejón, vio un sobre blanco. ¿Conocía el filósofo su escondite y habría estado allí?. Leyó la nota: “Querida Sofía, un día nos conoceremos, pero falta tiempo partir de ahora no te llevaré yo las cartas, te las llevará mi mensajero y te las dejará en el Callejón. Si encuentras un pañuelo de seda rojo guárdalo.
Sofía dio la vuelta a la nota y en el dorso leyó:
¿Existe un pudor natural?
Más sabia es la que sabe lo que no sabe. La verdadera comprensión viene de dentro. Quién sabe lo que es correcto también hará lo correcto.
Mientras meditaba vio un perro, llevaba un sobre en la boca y lo dejó delante de Sofía.
- ¡Con que este es el mensajero!
Abrió el voluminoso sobre y leyó.
Cuando leas esto habrás conocido a Hermes. Es un perro muy bueno, más inteligente que algunas personas, por lo menos, no pretende ser más inteligente de lo que es.
Hermes era dios de los navegantes y mensajero de los dioses. De Hermes nace hermético que significa oculto, inaccesible.
- Volvamos a la filosofía:
Los tres filósofos más grandes de la Antigüedad, Sócrates, Platón y Aristóteles dejaron huella en la civilización europea. A los filósofos de la naturaleza se les llamó “presocráticos” porque vivieron antes que Sócrates.
Desde Sócrates la vida cultural griega se centra en Atenas, allí comenzó el interés por el ser humano y la sociedad. Se fue desarrollando una democracia y era muy importante dominar el arte de la retórica.
“Sofistas” personas sabias o hábiles. Eran profesores y filósofos que llegaron a Atenas desde colonias griegas. Los sofistas tenían una postura crítica de los mitos tradicionales, rechazaban las especulaciones filosóficas inútiles (aunque exista respuesta para preguntas filosóficas, los humanos no encontraran respuestas a los misterios de la naturaleza y el universo) esto es en filosofía escepticismo.
PRÓTAGORAS: Filosofo sofista decía: “el hombre es la medida de todas las cosas” (hay que valorar lo bueno o malo, lo correcto o equivocado, en relación con las necesidades del hombre).
“Agnósticos” (los que nos saben pronunciarse sobre la existencia o no de Dios).
Los sofistas debatían entre lo que está determinado por la naturaleza y lo creado por la sociedad. El pudor o la falta de pudor, está relacionado con las costumbres de la sociedad.

viernes, 13 de marzo de 2015

La teoría atómica, El destino y El destino.

El último filosofo de la naturaleza, Demócrito, Pensaba que todo está construido por piezas pequeñas invisibles eternas e inalterables, las llamó “átomos” (indivisible). 
Los átomos tenían que ser fijos, macizos y no eran idénticos entre si. Existen redondos, lisos, irregulares, torcidos, etc. Cuando un cuerpo muere se desintegra, los átomos se dispersan y pueden utilizarse en otro cuerpo.
Las piezas de “lego” tienen más o menos las mismas cualidades que los átomos.
Hoy podemos afirmar que la teoría atómica de Demócrito era correcta, aunque la ciencia ha descubierto que se dividen en “partículas elementales” (protones, neutrones, electrones).
Demócrito pensaba que lo único que existe son los átomos y el espacio vacío, creía sólo en lo material, era materialista.
La teoría atómica explica las sensaciones: cuando captamos con los sentidos es por los movimientos de los átomos en el espacio (vemos la luna porque sus átomos alcanzan el ojo).
¿Qué pasa con la conciencia, está formada por átomos? Según Demócrito el alma está formada por átomos redondos y lisos, al morir estos átomos se dispersan y pueden entrar en otra alma en proceso de creación.
Sofía pensó que Demócrito había razonado sencilla pero astutamente, pues había encontrado solución al problema de la “materia primaria” y el “cambio”, problema tan complicado que los filósofos lo habían meditado varias generaciones.
La había engañado, ese día Sofía vigiló el buzón, pero el filósofo dejó la carta en la escalera. La recogió y leyó.
¿Crees en el destino?
¿Son las enfermedades un castigo divino?
¿Cuáles son las fuerzas que dirigen la marcha de la Historia?
Sofía no estaba muy segura de creer en el destino, pero si conocía personas que creían, como unas amigas que leían el horóscopo. 
Sofía le escribió una carta al filosofo.
-Respetado filósofo: se aprecia tu curso de filosofía, pero molesta no saber quien es usted. Le ruego se presente con nombre completo, le invitaré un café. Gracias. Saludos de su alumna. Sofía Amundsen, 14 años. Se ruega contestación.
Por la noche Sofía se quedó mirando por el camino, vio una sombra, era un hombre, llevaba boina. Dejó la carta en el buzón y cogió la que ella le había dejado. Se fue corriendo. Sofía bajó la escalera, abrió la puerta, recogió la carta del buzón y volvió a su habitación. Leyó.
Sofía jamás debes espiarme. Nos conoceremos, pero yo decidiré el lugar y la hora.
Los griegos tuvieron una gran “fe en el destino” (es la fe que está determinado, de antemano, todo lo que va a suceder).
Los seres humanos pueden conocer el destino a través del oráculo, es decir, el destino puede ser interpretado de varios modos.
El adivino interpreta algo que no está nada claro.
Hay personas que creen que las estrellas pueden decirnos algo sobre nuestra vida en la tierra.

jueves, 12 de marzo de 2015

Cuatro elementos,Algo de todo en todo y Demócrito.

EMPÉDOCLES piensa que la naturaleza tiene en total cuatro elementos o “raíces”, tierra, aire, fuego y agua. Los cambios de la naturaleza se producen cuando se mezclan y se separan estos elementos. Como los colores, si tenemos un color rojo no podemos sacar verde, en cambio si tenemos amarillo, azul, rojo, negro blanco, mezclandolos obtendremos muchos más colores.
¿Cuál es la causa por la que los elementos se unen para dar lugar a una nueva vida?
¿Por qué vuelve a disolverse la mezcla?
Tiene que haber dos fuerzas en la naturaleza, él las llamó “amor” y “odio”. Lo que une es el amor, lo que separa el odio.
Empédocles distingue entre elemento y fuerza.
Incluso la ciencia hoy distingue entre los elementos y las fuerzas de la naturaleza.
¿Cómo puedo ver una flor? Nuestros ojos están formados de tierra, fuego, aire y agua. La parte del ojo que es tierra ve la tierra de lo que vemos, la parte del aire ve el aire..
ANAXÁGORAS opinaba que la naturaleza está hecha de muchas piezas minúsculas, invisibles para el ojo, y que es así también que está formado nuestro cuerpo.
Partes mínimas que contienen algo de todo, como gérmenes o semillas.
Sofía empezó a ver una especie de sistema en las entregas. Cada tarde recibía un sobre grande amarillo, mientras lo leía el filósofo dejaba un sobrecito blanco. Esta vez sólo había una pregunta:
¿Por qué “lego” es el juguete más genial del mundo? Sofía observó las piezas. Todas pueden ensamblarse, son indestructibles, es fácil construir una cosa desmontarla y hacer otra distinta. Sofía concluyo que lego era el juguete más genial del mundo pero aun no entendía que tenía que ver con la filosofía.
Al día siguiente al volver del instituto encontró en el buzón un montón de hojas. Se puso a leer.